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Ocho ediciones lleva ya el Torneo de Ajedrez en el Agua. Desde sus primeras convocatorias viene haciendo las delicias de los aficionados al ajedrez que se acercan a nuestros baños para tener una experiencia completamente distinta a la de los habituales torneos y también muy diferente de un relajante baño árabe en nuestras instalaciones. Este año hemos preparado un trofeo a nuestra imagen, que surge de nuestra esencia y que simboliza algo muy especial: Que el adalid del torneo se lleve a casa parte de nosotros.

Cada vez que vienes a Hammam Al Ándalus es diferente. Unas veces porque tú acudes con un estado físico o anímico diferente, porque constantemente descubres un nuevo detalle, un nuevo rincón, un nuevo matiz o porque hemos introducido una nueva sorpresa (unas veces pequeña, otras más importantes) que te lleva a descubrirnos de otra manera.

El Torneo de Ajedrez en el Agua es precisamente otra forma  en la que hemos planteado el hammam: Como un lugar de encuentro único para ese deporte. Quien haya venido mil veces a bañarse probablemente encontrará casi irreconocible esa misma experiencia del baño combinada con el Torneo. Pero la piedra permanece, es la misma. Cambiamos nosotros.

Con ese mismo concepto hemos querido diseñar un trofeo a la medida de Hammam Al Ándalus. Discreto, sutil, sensorial, hermoso. Una idea sencilla sobre la que construimos un concepto mucho más complejo. La piedra que forma un sencillo capitel nazarí. El símbolo de lo que fuimos y que aún permanece.

A partir de esta octava edición, los campeones provinciales y nacionales del torneo de Ajedrez en el Agua se llevarán a casa un trozo de nuestros baños. Se lo entregaremos con el mismo cariño con el que cuidamos a nuestros clientes y esperamos que cada uno de ellos vea en esas sencillas piezas todo el esfuerzo que ponemos en Hammam Al Ándalus para mejorar día a día. Para ser diferentes, incluso de nosotros mismos.

Aunque la piedra permanece.

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